Localidad: Guzmán

Por Decreto 136/1991 de 6 de Junio de la Junta de Castilla y León, el palacio de los Guzmán y Santoyo de Guzmán, es declarado Bien de interés Cultural, con categoría de Monumento

El palacio de Guzmán, tal y como ha llegado a nosotros es fruto de una compleja génesis constructiva en la que cobra especial importancia la forma de entender su promotor el concepto de linaje y la función atribuida a los edificios nobiliares. Su origen se encuentra en las antiguas casas solariegas de los Guzmán y Santoyo y en las de los Beltrán que ocupan posiciones limítrofes. Al contraer matrimonio sus herederos, ambas familias se unen en el primogénito D. Cristóbal de Guzmán Santoyo y Beltrán. Éste pasa a disfrutar, tras la muerte de su padre en 1610, del mayorazgo que incluía “…las casas principales de Guzmán, al barrio de Arriba, con sendos corrales delante y detrás…” y a partir de 1634, año en el que fallece su madre, gobierna también la casa de los Beltán.

Las obras debieron empezar a principios de la década de los años 40, pues los primeros días de enero de 1643 se contrata con dos vecinos de Villaescusa la elaboración y transporte de todo el yeso necesario para enlucir”…las casas que está fabricando el Señor Obispo de Palencia…”. Poco después, dos reconocidos maestros de cantería en la merindad de Trasmiera, Francisco de la Fonfrida y Pedro de la Torre, se hacen cargo de erigir , delante del edificio que había efectuado D. Cristóbal, un cuerpo rematado con dos torres, alargando también el sótano abovedado del mismo.

El palacio continuó formando parte de las posesiones familiares de los Guzmán Santoyo hasta principios del siglo XVIII, cuando se extinguió la rama primogénita en Dª Manuela María Jesús de Guzmán Santoyo quien contrajo matrimonio con el heredero de otro destacado linaje ribereño, D. José Antonio Jalón Gallo Curiel de la Torre y Salinas, pasando a integrarse la residencia nobiliar y los bienes a ella vinculados al mayorazgo de los Jalón. En la centuria siguiente se arrendó la planta superior para habitación de los maestros, controlando ya los Jalón sólo la mitad del edificio.

El 13 de Enero de 1902, D. Valentín Gómez Jalón vende su parte al Ayuntamiento con el fin de destinarlo a Casa Consistorial y casa de los maestros. A partir de ese momento se hicieron las intervenciones oportunas para adaptar la residencia a sus nuevas funciones. Tal situación permaneció hasta las últimas décadas del siglo XX, cuando las condiciones eran totalmente insatisfactorias por su lamentable estado de conservación

La situación comienza a cambiar a partir de sus declaración como Bien de Interés Cultural. Primeramente se atendió al estado de la cubierta para, con posterioridad, efectuar una rehabilitación integral del inmueble. Dada la magnitud del edificio, en relación con las necesidades de la localidad, se optó por dotarlo de un carácter diversificado, compaginando las funciones administrativas y de atención médica con la dedicación de gran parte del inmueble a usos turísticos.